¿ESTUDIAR A DISTANCIA ES POSIBLE?

Sí es posible y la educación a distancia es una nueva opción para muchos de los estufiantes. Es una de las modalidades de uso de los campus virtuales. Estudiar a distancia obliga a repensar las formas de enseñar y aprender. La interactividad, poder acceder casi desde cualquier sitio y no tenenr horarios son características más que atractivas que juegan a favor de esta nueva forma de aprender. La educación virtual comparte protagonismo con la presencialidad del aula tradicional. El contrato pedagógico entre el docente y el alumno ha sufrido cambios y se ha hecho necesaria la alfabetización digital que deberá enseñarse en las instituciones educativas.

¿Qué características tienen los estudiantes “virtuales”?

La franja de quienes estudian a distancia va de los 28 a 52 años. Generalmente adultos con un trabajo, con familia, que pueden estudiar entre 6 y 10 horas semanales. Entonces, como tienen que lograr una rutina autónoma y flexible a las obligaciones laborales y personales, el estudio a distancia les permite administrar su tiempo. Hay un diferencia con el sistema presencial, que demanda rutinas más rígidas.

Ventajas de la educación virtual frente a la educación presencial.

Según Íñigo Babot, Profesor Director del Máster in Advanced eManagement de la Universidad Ramón Llul las ventajas de la educación virtual frente a la presencial son:

 – Adaptabilidad: con un PC provisto de conexión a Internet, la ausencia de pautas muy marcadas, la gran flexibilidad en horarios y ubicaciones, y la inexistencia de disciplina académica presencial, favorecen mucho la formación continua, pues los alumnos pueden adaptar el ritmo de estudio a su propia disponibilidad de tiempo libre y localización geográfica (hogar, trabajo, hotel, lugar de descanso, sala de espera de aeropuerto, etc.). Esto favorece enormemente el seguimiento de programas de educación permanente.

– Eficacia docente: El buen e-learning permite aplicar con gran eficiencia el método de prácticas individuales o aprender haciendo. – Conectividad global: Internet tiene alcance global (anytime, anywhere). Esta característica permite también globalizar la enseñanza y llegar a cualquier sitio: la distancia, la lejanía de los centros de trabajo, ya no es una barrera para la formación homogénea.

– Interactividad bidireccional: En el proceso de e-learning, los estudiantes (y en Corporate Learning, los profesionales en formación continua) pueden registrar y archivar informáticamente su trabajo y sus reflexiones. Éstas quedan documentadas digitalmente (en imágenes y/o sonido y/o texto), almacenadas en la plataforma virtual de común acceso y toda la clase (o toda la corporación) puede consultarlas, a la vez que graba las propias. Entonces, el alumno pasa a ser una especie de profesor de otros alumnos (todos ven las aportaciones de todos). Incluso, a veces, los discípulos pueden ser maestros de sus propios maestros. Todo se desdibuja y se iguala. Esto supone otra ventaja pues se aprovecha, del mejor modo posible, el talento individual de cada miembro (o en el caso de corporaciones, de cada profesional) en beneficio de la comunidad.

– Individualización de la enseñanza: Con docencia e-learning, se documentan las aportaciones y participación en clase de todos los participantes. El buen maestro puede moderar y monitorizar el progreso de cada uno de los individuos, individualizar la formación y dar, a cada uno, el feed-back más conveniente.

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